Llevo casi dos años viviendo en Madrid por cuestiones laborales/familiares y echo muchísimo de menos el mar. No he bajado mucho a Cádiz por diferentes historias, pero casi todas las veces que he bajado me ha hecho malísimo, temporalacos
Conseguí juntar unos diitas en el curro y me he bajado esta semana a disfrutar, a relajarme y a saborear el sur
Uno de los objetivos principales de la escapada era pescar, y nada mas llegar a Cádiz me dicen que el agua esta negra, mar de fondo bestial... como siempre que bajo!!
Después de hacer un par de intentos de pesca sin resultados, hoy había quedado con mi compi Jorge Patera para pescar en su barca. Me suena el despertador a las 6:15 y a las 7:30 quedamos en la rampa del puerto de Conil, viene su hermano de barquero, un crack. Va a saltar levante fuerte y Jorge tiene que hacer cosas por la tarde, así que hay que aprovechar la mañana a tope
El agua como toda la semana va a estar sucia, pero tampoco podemos hacer muchas millas porque entonces vamos a estar mas tiempo navegando que pescando. Jorge decide las distintas zonas que vamos a tocar. Las primeras bajadas nos damos cuenta que el agua esta sucia, unos tres metros de visibilidad o menos, dependiendo la zona. De todas formas se ve bastante vida de pescado pequeño y mediano, las bogas están nerviosas, eso puede significar que hay o han pasado depredadores por la zona, me pongo nerviosito
En la sexta bajada del día caigo en una losa en unos 12 metros de profundidad, avanzo un poco para esconderme sigilosamente en una pequeña visera que veo a mi izquierda. El puesto de espera es buenísimo. Ahora toca esperar, aparecen muchísimas bogas y castañuelas moviéndose rápido, esto tiene muy buena pinta, se me cruzan unos sargos picudos, entra un sargo breado kilero, estoy a punto de disparle porque el barquero nos ha dicho que le gustaría llevarse pescado. No disparo y sigo esperando, unos segundos mas tarde aparece de la nada un cabezón que viene directo a verme, es un dentón grande, apunto instintivamente y cuando voy a disparar intuyo con el rabillo del ojo que viene otra sombra grande detrás. Momento de duda, error!! Me doy cuenta que los dos son iguales de tamaño, pero en este momento de duda los dentones se percatan de mi presencia y me hacen un quiebro emprendiendo la huida. Disparo sin mucho convencimiento al que tengo mas cerca, el carrete echa humo, lo veo entrar en una grieta, salir por otro lado... no me queda aire y tengo que subir. No se como de malo ha sido el tiro y hay posibilidades de perder la pieza
Aviso al barquero y trae a Jorge, yo tengo que ventilar para preparar una siguiente bajada. Mientras baja Jorge siguiendo la cuerda de mi carrete y le da un segundo disparo al dentón, ya no se escapa ni de coña. Pesca en equipo, nos chocamos la mano en superficie por la satisfacción del trabajo bien hecho. Nos da algo de guerra desliar todo y desenrocar una varilla, pero en 10 minutos estamos ya los tres en la barca contemplando el precioso ejemplar de dentón
En la barca con mi amigo Jorge y el bicho del día
Unas fotillos, que no se pesca esto todos los días
