Hemos tenido un año atípico y bastante suave en cuanto a temperaturas, el verano no fue caluroso y se alargó más de lo normal, luego vino un otoño con temperatura casi primaverales, y no ha hecho frío de verdad hasta bien entrado diciembre. Por lo menos en Madrid. Estas condiciones junto con unas generosas precipitaciones son idóneas para la que ha sido una fructífera temporada de setas. En cuanto empiezan las heladas se acabó
Aquí os cuento la que fue mi última salida al campo de esta año a por boletus, una jornada muy muy bonita que disfuté como un enano
Nada más llegar al sitio me doy cuenta que las condiciónes son óptimas, ha llovido hace unos días y el suelo está húmedo
No tardo en encontrar los primeros boletus edulis, los pobrecillos aparecen ya en algunos sitios cubiertos de hielo
Detalle de dos ejemplares asomando un poquillo entre las ramitas y la nieve