Día redondo de boletus y níscalos

Estamos en plena temporada setera y este atípico otoño que estamos disfrutando nos ofrece un año buenísimo micológicamente hablado. Así que hay que aprovechar, que ya vendran años malos!!

Desde hace tiempo quiero liar a mi amigo Tintín para una salida al monte a por setas. Por fin el viernes se alinearon los astros y quedamos prontito pertechados con nuestras cestas para poner rumbo a la zona elegida

Amanece un día impresionante, es curioso que es el último día de octubre y vamos sobrados con una simple sudadera a primera hora de la mañana, una gozada. Nos adentramos en un bosque de pinos con cierto relieve, es buena zona de boletus edulis pero hay que ver si acuden a la cita. Nos preocupa que lleva mas de diez días sin llover y no sabemos que nos vamos a encontrar

Desde los primeros metros de bosque observamos una intensa actividad micológica, disfrutamos  observando tanta variedad y cantidad, hay setas por todas partes, muchas sin ningún valor culinario y otras sin identtificar

Me entretengo fotografiando esta alucinógena y tóxica amanita muscaria, un poco seca por la ausencia de precipitaciones

Nos vamos adentrando en el bosque, en teoría ya puede salir un boletus en cualquier rinconcito, el primero se hace de rogar pero por fin aparece... y hacemos una fiesta!!

Vamos peinando el suelo y va cayendo un boletus por aquí, otro por allí...

Que subidón da encontrar esto!!

Hay muchas especies de setas, retraté estos xerocomus badius, otro tipo de boletus, comestible pero culinarimanete de menor calidad que el edulis

Muy bien escondida esta barriguda amanita rubescens

Seguimos buscando al rey del día, el boletus edulis, nos quedamos embobados con este ejemplar que superaba el kilo de peso

Hay que estar muy atentos, porque debajo de cualquier ramita o bulto en la pinocha salta la liebre!!

Jugando al escondite con los edulis:

Da una alegría y una satisfacción espectacular cuando descubrimos ejemplares tan bien escondidos

Esta siendo un día de edulis impresionante, tenemos las cestas llenas, así que damos por concluida la busqueda y volvemos hacía el coche, de camino me tropiezo con este gran edulis en medio de un claro en el pinar

Foto para el recuerdo, cesta llena de boletus edulis con los mayores ejemplares del día

Como aún tenemos tiempo decidimos de vuelta a casa tantear un bosque de pino y encina por si hay suerte con los níscalos (lactarius deliciosus). Aparcamos y vamos tranquilamente dando un paseo hasta la zona caliente, ya de camino vamos picoteando algún que otro níscalo

Me encanta la forma que tienen de camuflarse, hay veces que teniéndolos a tan solo un metro no los ves, incluso alguno se puede llegar a pisar

Trio de níscalos escondidos debajo de unas ramitas

Aparte de níscalos, encontramos muchas otras especies de hongos, por ejemplo esta curiosa ganoderma lucidum con grandes propiedades medicinales 

Este grupo de setas saliendo de la hierba, que aún no he identificado, podrían ser agaricus sp. o calocybe gambosa

Seta de sombrero enorme, seguramente macrolepiota procera

Tenemos que estar de vuelta a la hora de comer, así que damos por concluída la jornada

Resultado de película de un día de monte y setas que no olvidaremos

Ya en casa me queda aún un buen trabajazo limpiando y preparando las setas

Hacemos una crema de boletus sobre la marcha, guardo unos boletus y níscalos frescos para degustar estos días. Y el resto bien guardados en bolsitas ocupando un cajón del congelador para ir sacándolos  los próximos meses poco a poco y rememomar esta jornada micológica impresionante

Besos y abrazos