jueves, 10 de diciembre de 2015

Camino de Santiago en bici: Epílogo hasta Muxía y Finisterre



Hacía justo un año que viví una de las mejores experiencias de mi vida, conseguí juntar unos días para hacer mi primer Camino de Santiago, cinco etapas en bici desde León, requetecontado en está entrada del blog:


Muchos me entenderéis, y es que después de hacer el primero siempre estamos buscando fechas para hacer los siguientes. Después de un año durillo, en el que dediqué mucho tiempo y esfuerzo preparándome un examen que no me salió como esperaba, al día siguiente ya organizaba todos los bártulos y conducía hasta Vigo para estar unos días en familia, con la idea también de recorrer unas estapas del Camino, para entre otras cosas reencontrarme un poco.


En mi primer Camino me quedó la espinita clavada de no poder alargar la aventura hasta Finisterre, hacia donde muchos prolongan su peregrinación, tiene que ser una pasada terminar en el fin del mundo... ¿no?
Esta vez quería salir desde la casa de mi familia y hacer Vigo - Santiago - Muxía - Finisterre, saborear Galicia a tope y disfrutar del Camino de Santiago tocando mar, con olor a sal.

Aquí podeís ver y descargaros el track GPS de la ruta que pedaleé:


La idea era salir de Vigo y enlazar el Camino de Santiago Portugués a la altura de Redondela. Y después de encotrarme con el Apostol en Santiago hacer el llamado "Epílogo" hasta Finisterre, pasando antes por Muxía, a la que le tengo un cariño especial, ya que hace mas de diez años pasé allí una semana como voluntario rascando el sucísimo chapapote de sus playas.


El perfil de la primera etapa, Vigo - Santiago, 108 kilómetros


       (De derecha a izquierda, fuente caminodesantiago.consumer.es)

Así que me pongo en marcha, todo comenzó con un madrugón y un desayuno fuerte. Estampo mi primer sello en la credencial del peregrino en la iglesia de Alcabre (Vigo) y recorro los primeros kilómetros atravesando la ciudad, acompañado del tráfico y las prisas de los que iban a trabajar. Yo a lo mío. Y todo regado con una fina lluvia gallega, aunque no hacía frío y no se hacía especialmente incómoda. No tardé mucho en encontrar los primeros caminos verdes gallegos.


Vistas del puente de Rande sobre la Ría de Vigo, que une Redondela con Moaña. Es una autopista, yo no puedo cruzar por ahí, me toca hacer unos cuantos kilómetros más.


El primer mojón oficial que encontré marcándome que ya iba bien encaminado


Majestuoso puente San Paio, medieval de origen romárico, sobre el río Verdugo


Como no podía ser de otra manera, Galicia sembrada de hórreos, construcciones tipo graneros para conservar los alimentos

Cuanto mas pedaleo voy encontrándome unos parajes preciosos


Esta oveja me mira atentamente, parece que tiene ganas de acomparme un rato


Y llego a Pontevedra, al fondo Ponte dos Tirantes sobre el río Lérez. Capital muy bonita cuyo casco historico de piedra es digno de dedicarle mas tiempo


Siempre se hace un poco farragoso cruzar una ciudad en bici tan cargado con las alforjas, y además es mas complicado seguir las flechas amarillas, pero es parte del Camino y también se ven cosas interesantes. Saliendo de Pontevedra, en la Iglesia Santa María del Alba encontramos esta curiosa escultura de Juan López Souto, de la que fue párroco durante 32 años, y que aún sigue viendo pasar a los pereguinos en su postura favorita.


Bosques verdes, musgos... voy pedaleando embobado


Llevo ya unos 50km en las piernas, hay que ir reponiendo fuerzas, y aunque de vez en cuando me voy tomando una fruta o barrita energética, ahora me toca hacer un buen alto en el camino y disfrutar este pedazo de bocata de pulpo en el Mesón don Pulpo (San Amaro de Portela), muy recomendable, aún se me saltan las lagrimas recordándo lo bueno que estaba!!


Después de comer descanso un ratillo, llamo a casa diciendo que sigo vivo (no llevan nada bien que haya venido solo), que va todo fenomenal y retomo eso de dar pedales. Van pasando los kilómetros y como poblaciones importantes atravieso Caldas de Reis y Padrón, con alguna paradita para tomar un aquarius... Aquí paso por debajo de una viñas de uva albariño, o por lo menos eso me dijeron!!


Cada rinconcito parece una postal, huele a Galicia, y llueve como en Galicia, jaja


Pasaje de piedra donde no sabes que te encontrarás mas allá


Y aparecen mas compañeros de aventura en la Galicia rural que voy saboreando, a sorbitos


He ido bastante bien de fuerzas todo el día. En un primer momento planeé hacer esta primera etapa de unos 80 km, más o menos hasta Padrón. Pero la verdad que llegué muy bien a la capital de los pimientitos, aún quedaban varias horas de luz, y me atreví a intentar llegar a Santiago. En total 108 km por un terreno bastante rompepiernas, nunca había hecho tantos kilómetros en un solo día y al final me costó la misma vida llegar a la Plaza del Obradoiro.


Es la segunda vez que llego a esta maravilla de plaza como peregrino, pero esta vez no es el final!!


Le doy un abrazo al Apostol y cerquita de la Catedral alojo en el Hostal La Salle, muy recomendable para peregrinos con bici. Me toca habitación compartida con un australiano que acaba de terminar su Camino después de un mes caminando desde Roncesvalles, se vuelve a casa al día siguiente, envidio todas las batallitas que me cuenta, de cómo un chaval que vive en la otra esquina del planeta se viene un mes a vivir esto. Me comenta que vuelve siendo otra persona.


Me quedo muy tranquilo viendo lo bien que va a dormir la bici


Estoy cansadísimo después de esta larga primera jornada y duermo como un bebé.


Perfil segunda etapa, Santiago-Muxía, 93 kilómetros


Me levanto temprano, compro algo en una pastelería y voy a desyunar a la plaza del Obradorio, con vistas a la catedral, no se me ocurre mejor sitio. A todas horas llegan peregrinos.


Y me pongo al lío, a dar pedales. En principio me gustaría llegar a Muxía, aunque viendo el relive de la etapa va a ser durilla... me esperan curvas! El camino hasta Muxía coincide con el de Finisterre hasta la aldea de Hospital, donde encontraré la bifurcación. Hasta Hospital me toca seguir las indicaciones a Finisterre.


Tengo las piernas un poco cargadas por no estar acostumbrado a la caña que me metí el día anterior, y desde que salgo de Santiago la etapa se empina muchísimo. Menos mal que el paisaje suaviza la dureza del terreno


Vistas impresionantes del Puente Maceita sobre el Rio Tambre




Paso por el pueblo de Negreira, es domingo y están en fiestas, hay muchísima gente, hago una paradita para beber y comer algo. Las siguientes rampas que me encuentro son durísimas, estoy a punto un par de veces de seguir a pie, pero aguanto pedaleando a ritmo lento lento lento. Sufro mucho estos kilómetros y menos mal que por fin consigo coronar. Un paisano de Negreira me recomendó hacer este tramo por carretera... cuanta razón tenía!! De todas formas, para los puristas, siempre es mejor hacer los tramos por caminos que por carretera

Hago la parada para comer en Olveiroa en el Albergue Hórreo Casa Loncho, aprovecho para ver un ratillo la carrera de Formula1 y charlar con varios peregrinos que compartimos mesa. Y a seguir la marcha!! Encuentro zonas con algún "charquito" por las lluvias de los últimos días


Y pasando la aldea de Hospital por fin encuentro la primera indicación de Muxía


La etapa es muy dura. Lo bueno del Camino es que llegas hasta donde puedas llegar, hay albergues donde poder terminar la jornada cada pocos kilómetros... Y por fin el olor a eucalipto y a tierra mojada se entremezcla con el olor a sal del mar. Ya sabiendo que queda poco para Muxía, las piernas que las llevo calentitas me van solas con estas vistas


Objetivo del día cumplido, descanso un buen rato en el Faro de Muxía contemplando y escuchando como rompen las olas en las rocas


Me puedo pasar horas en este sitio


Santuario Virgen de la Barca, una pena que se quemó en 2013 y ahora lo están restaurando


Monumento "A Ferida" (La herida) como homenaje a los voluntarios del chapapote, impresionante mole con sus 400 toneladas y 11 metros de altura.


Puerto de Muxía, muy protegido, aquí el mar cuando se cabrea no se anda con tonterías


He visto bastante peregrino en la jormada de hoy, esta parte del Camino tiene menos infraestructuras en cuanto a albergues y demás servicios (comparado con el Camino Francés), y me da un poco de miedo no encontrar donde dormir. Llego al albergue Bela Muxía y me quedo mas tranquilo cuando me dicen que sí que queda alguna plaza para dormir. El albergue es moderno y está fenomenal, me atienden los hospitaleros Ángel y Celia que me tratan como a un hijo. Les cuento que había estado como voluntario en el chapapote y a Ángel se le saltan las lagrimas, me presentó a varias personas del pueblo, y aún a día de hoy están agradecidísimos. Para mí fue una experiencia dura pero a la vez inmensamente gratificante
Miro el cuentakilómetros y en la etapa de hoy he recorrido 93 kilómetros en la que ha vuelto a ser una etapa muy muy dura. Dependiendo del estado físico de cada uno, no os toméis a la ligera hacer etapas de 100 kilómetros por este terreno, sobre todo si tenéis la posibilidad de dedicarle mas días.



Tengo barro hasta en las orejas, me doy una ducha reconfortante y salgo a pasear por el pueblo. Me llevo una grata sorpresa con el cambiazo a mejor que ha tenido después de la crisis del Prestige
La última vez que visité Muxía estaba así...


Me acerco a varios sitios que recordaba de esos días, como el pabellón polideportivo donde estuvimos durmiendo cientos de personas, que recuerdos!!
Se acerca la hora de cenar y acabo reponiéndome de tanto esfuerzo con la recomendadísima "vitamina P", y a dormir que mañana toca más.



Perfil tercera etapa, Muxía - Finisterre, 38 kilómetros


A la mañana siguiente me doy cuenta de que está a punto de morir mi reloj, que ha estado en mil batallas y no ha aguantado el pobrecito la tralla de estos días...


Ángel me recomienda una cafetería y que pida el desayuno del peregrino... sin palabras


Voy a recoger la "muxiana", que es como la compostela, un diploma que certifica que has hecho el Camino de Santiago, en este caso pasando por Muxía.
Y me pongo al lío, me he dejado para el día de hoy una etapa "cortita" de 38 kilómetros, pero ojo que me quedan unas subidas de campeonato!!
Las vistas son impresionantes, se me cae la baba



Durante la mayor parte del día fui pedaleando en solitario, adelantando de vez en cuando algunos peregrinos, pero con diferencia fue el día que menos gente me crucé


Atención al Facho de Lourido, me pareció durísimo con una gran pendiente y terreno incómodo. Hay zonas que la gente te adelanta andando, no es broma. Una vez coronado, el resto de la etapa es mas o menos favorable


Mas hórreos


Tengo ganas de llegar a Finistere, pero a la vez tengo esa sensación de querer alargar la aventura, no quiero que se acabe esto y mañana volver a levantarme en la "vida real"
Una pasada disfrutar de esta forma de la naturaleza





Cruzo el pueblo de Finisterre, ahora solo me queda subir al faro, otra cuestecita. Hace un día de película en plena Costa da Morte


Me encuentro este monumento al peregrino ya cerquita del faro


Y por fin el faro, finis terrae, el fin del mundo.


He estado varias veces aquí, pero ésta es con diferencia la que me ha hecho mas ilusión llegar, por lo que cuesta, una pasada llegar como peregrino. Veo una escultura de una bota de bronce como homenaje a los que desde Santiago se han atrevido a llegar hasta aquí. La tradición dice que una vez terminado el Camino hay que purificarse quemando la ropa y un baño en la playa de Langosterira. Antes los peregrinos no se duchaban, imaginaos como llegaban...
Me detengo un rato a descansar, a mirar el océano azul, a perderme en su horizonte. Se respira un ambiente profundo y místico, veo varios peregrinos quemando alguna prenda de ropa, gente llorando, conozco unos lituanos que vienen andando desde casa, mas de 5.000 km...


Me bajo la bici a las rocas y me hago esta foto para el recuerdo, con mi compañera incansable de viaje. 


Y una vez llegado al fin del mundo, uno de repente se pregunta... ¿Y ahora qué?, Pues habrá que ir pensando en la siguiente aventura.

Veo a varios peregrinos bañarse literalmente en pelotas... (A los que no fotografié)


Me acerco a por mi fisterrana, otro diplomilla, para guardarla con cariño hasta que un día se la enseñe a mis nietos contándoles estas batallitas
Me despido del Camino pegándome un homenaje gastronómino con estas vistas en un bar del puerto


Finalmente el cuentakilómetos me marca 239 km, que para tres días en terreno sube-baja gallego no está nada mal.



Ha sido un Camino corto, no tenía mas días libres, pero a la vez ha tenido de todo y tengo muchos recuerdos grabados a fuego. Ha sido intenso, es como un comprimido de experiencias en vena 24 horas al día. Uno se olvida de las preocupaciones de nuestro día a día y te da tiempo a pensar, a relajarte, a encontrarte... Me podía haber enrollado muchísimo mas contando detalles, o explicando lo que significa para mí hacer y vivir el Camino, que material llevar, organización, motivaciones... pero eso ya lo hice en mi anterior entrada:


A modo de resumen solo recomendaros encarecidamente que rasqueis unas fechas de donde sea, que merece muchísimo la pena esta experiencia, pocos días, muchos días, 100 km, 1.000 km, andando, en bici... da igual, que cada uno encuentre su Camino, no os arrepentiréis, y hasta algunas cosas en vuestra vida cambiarán, las veréis de otra manera. Buen Camino!!

¡¡Hasta la próxima!!

Besos y abrazos

1 comentario:

  1. gracias Tomás me será de gran ayuda, lo empiezo en bici desde Oporto pero aré Padrón, Muxia en vez de pasar por Santiago, ya es el tercero q hago con mi hijo

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