Desde pequeñito recuerdo quedarme embobado viendo los documentales de ballenas y tiburones de "la 2". Me he criado recorriendo y saboreando la provincia de Cádiz. Disfrutando del Sur. El Estrecho de Gibraltar, en la puerta de casa, es punto de paso obligado para estas especies, pero nunca he sido consciente lo cerquita que las tenía, ni lo relativamente fácil que es ir a su encuentro en su habiat natural. He buceado con tiburones, incluso con el tiburón ballena, pero ha tenido que ser en otros continentes.
Sí que sabía que desde el puerto de Tarifa salen barcos que se dedican al avistamientos de cetáceos, pero por desconocimiento suponía que los normal en sus salidas sería ver delfines (sin desmerecerlos, pero con los que ya he tenido multitud de encuentros) y muy rara vez alguna ballena u orca. Este verano charlando con otro apasionado del mar me corrigió y me explicó que durante los meses de julio y agosto, es normal ver a las orcas a diario o casi a diario. Incluso en primavera se ve con relativa frecuencia el cachalote. Lo apunté en la lista de cosas por hacer.
A finales de julio fuimos a pasar el día a la playa de Valdevaqueros y acabamos cenando en el centro de Tarifa. Durante la sobremesa salió este tema de conversación, nos informaron que ese mismo día se habían visto varias orcas, y nos planteamos apuntarnos a la mañana siguiente.
En Tarifa hay tres o cuatro empresas que se dedican a esto. En sus páginas webs vienen bien detalladas las excursiones que hacen, y por lo menos en verano tienen dos opciones, una es una excursión para ver ballenas de unas dos horas de duración o a para ver orcas, de una hora más. La de las orcas hay que separarse mas de costa, por lo que son mas horas y es algo mas cara. Pero ya que íbamos, teníamos muchas ganas de conseguir verlas.
Nada mas despertarme llamé a varias de estas empresas, en todas tenían dos excursiones diarias, pero no quedaban plazas para ver orcas, nos recomendaban comprar los billetes con cierta antelación. A mí se me acababan las vacaciones y ya no me iba a dar tiempo de buscar otra fecha. Al escuchar mi voz apenada mi interlocutora me ofreció una posible solución, que nos acercásemos de todas formas al puerto porque había días que fallaba gente a última hora. A lo mejor teníamos suerte y encontrábamos hueco. Y así hicimos, pillamos unos bocatas y pusimos rumbo a Tarifa con la esperanza de que a tres guiris la resaca les impidiera hacer uso de sus billetes.
Y como hay días predestinados a que todo salga bien, nos plantamos allí a la aventura, estuvimos esperando un ratillo y justo fallaron tres personas de uno de los barcos, ou yeah!!
Empezando así de bien el día, nos dieron una charla sobre los cetáceos que nos podíamos encontrar y zarpamos con uno de los barcos de la fundación firmm (http://www.firmm.org).
Saliendo por la bocana del puerto de Tarifa observamos el imponente monumento al Sagrado Corazón de Jesús que lleva cuidando de los pescadores tarifeños desde 1944.
Nos hizo un día estupendo, solecito, poco viento, y eso sí, algo de ola recordándonos que había soplado un viento fuerte de poniente los últimos días. En esta época del año las orcas se encuentran en medio del Estrecho de Gibraltar detrás del riquísimo atún rojo. Este es el trayecto que recorrimos en busca del mayor de los delfínidos oceánicos, la orca. Llegamos a estar al lado de los pescadores marroquíes de atunes.
Después de navegor un buen rato, se nos acelera el corazón cuando llegamos a la zona caliente y nos avisan los biólogos que ahí están, que hay varios ejemplares a estribor!!
Tuvimos la suerte de observar, y de seguir un poco a dos machos adultos, una hembra y una cría. Un adulto grande puede llegar a los nueve metros de longitud y 5.500 kg de peso.
Hasta tuvimos la suerte de ver a uno de los machos comiéndose un atún de mas de 100 kg
Las fotos aunque no son nada del otro mundo por lo menos valen para guardar un bonito recuerdo. Hay que tener en cuenta que tanto el barco como los cetáceos están en contínuo movimiento y que las orcas no dejaron que nos arrimásemos mucho.
Con la sensación latente de haber vivido una experiencia impresionante volvemos a puerto comentando la jugada. Terminamos de redondear el día pegándonos una buena comida marinera en Tarifa y pasando la tarde en la playa de Bolonia, subida a la duna incluida.
Foto para el recuerdo de los tres, un servidor con Rafita y Javichu. Deseando repetir cualquier otra aventura con vosotos.
Besos y abrazos
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